Julia Wiebel, Directora Nacional de Ventas Independiente del Área Bárbaras ¡Que felicidad, llegamos…!
“Mis felicitaciones a todas y cada una de las Directoras y Consultoras del equipo que lo hicieron posible. A las más grandes, que no necesitaron ningún esfuerzo para cumplir los objetivos, y especialmente a las más nuevas que me permitieron trabajar juntas para alcanzar los resultados requeridos.
Comenzaba el 2008 y en una reunión de Área decidimos comenzar a calificar en pleno verano, que en Chaco, Formosa y Corrientes, no es fácil…
G c s porque algunas decidieron posponer sus vacaciones para trabajar. Un gran objetivo requiere una dedicación especial, y así le pusimos todo el tiempo, empeño y esfuerzo que fue necesario, y Rodolfo siempre a mi lado acompañando en los viajes y alentando diariamente.
a mi cuñada Cristina que me contactó con su Consultora. ora, excelente profesional que me guió y formó, que supo dejar en mi las bases éticas de este negocio. Algo vio en mí que la hizo creer y decirme cuando nos conocimos que sería Directora Mary Kay y saben que… le contesté: -voy a intentarlo-.
En mi familia siempre fuimos profesores, mi abuelo, mi padre Arturo de Matemáticas, mi mamá Clemencia de Inglés, mis hermanos… Al terminar la secundaria mis padres me dieron a elegir, dónde y qué estudiar. Al elegir Letras, me dijeron: -Sabés que con la docencia vas a vivir dignamente pero no vas a tener ingresos muy altos- Hoy hago lo que me gusta, hago docencia, enseño el Cuidado de la Piel a mis Clientas y mis Consultoras de Belleza Independientes, y les enseño a ser mejores personas y mejores profesionales cada día, respetando el orden de prioridades: Dios , familia y Carrera. Tratando a los demás como nos gustaría nos traten. Y nuestro ejemplar GO GIVE, el dar sin esperar recibir. Si cumplimos esas premisas básicas en nuestra vida diaria y en nuestro negocio Mary Kay tenemos un futuro brillante por delante. Por supuesto a todo esto hay que ponerle mucho entusiasmo y acción para que las cosas sucedan.
Cuando era adolescente coleccionaba postales y las tenía pegadas en la puerta del placard, a la noche las miraba, y hoy muchos de esos lugares y estatuas como “La Piedad” de Miguel Ángel, en Roma, las pude conocer gracias a los fabulosos viajes ganados con Mary Kay. En la facultad, en la cátedra de Historia del Arte nos mostraban diapositivas de pinturas, estatuas, monumentos y castillos famosos, y siempre quise sentir la emoción de verlos en vivo y en directo, y con Mary Kay lo pude lograr. Que emoción estar frente a Las Meninas de Velásquez, en Madrid o la torre Eiffel en Paris.
Hay que ponerse objetivos altos, que nos hagan levantarnos con ganas todas las mañanas, que nos dé mariposas en el estómago, que nos emocione de solo pensarlos. Quiero agradecer a Rodolfo, mi esposo y compañero incondicional, que a lo largo de estos años en Mary Kay, siempre me alentó a crecer y dar un
paso adelante. A mis hijos María Bárbara, Johanna y Rodolfo que siempre creyeron que la oportunidad Mary Kay era la mejor para nuestra familia. Disfrutaron el tener una mamá con horarios flexibles para acompañarlos cuando lo necesitaban.
A mis Con , de donde surgió todo. A las que siempre les di alas para crecer, aunque a algunas les costaba alejarse. Porque es afuera donde se crece y donde se descubren todas las potencialidades y dones que tenemos.
Al Dr. Gerardo Segura, primer Presidente de Mary Kay Argentina, que me enseño una lección muy importante, el día que después de un verano con poca actividad, fui a su despacho a ver que podía hacer y él me dijo: Usted sabe muy bien que tiene que hacer, vaya y hágalo. Siempre tenía la palabra justa y llegaba al meollo del problema. Dentro de cada una de nosotras, están las respuestas.
Al Sr. Álvaro Polanco y todo s ary ry Kay ay, y muy especialmente a nuestro cheto, por estar y seguir estando cerca.
A la ay Ash que creyó en la mujer argentina. A que nos permite vivir y disfrutar cada día, con la posibilidad de transformar las vidas de las mujeres.
Tú también puedes hacerlo, sólo se necesita el deseo ferviente de lograrlo… Con todo mi cariño y con el orgullo de ser Directora Nacional Mary Kay,
un beso, Julia